IMPOSIBLE
Tengo 50 años, soy profesora, soltera, madre de dos hijos. He tenido esclerosis múltiple desde que tenía 30 años y ya llevo varios años en silla de ruedas. No he estado de vacaciones desde mi divorcio hace 3 años. Extrañé el cambio de aire. Estaba dando vueltas en casa. El tiempo se estaba volviendo largo y monótono. Me preguntaba cuándo algún día sería posible que me fuera.
DESAFÍO
Mis padres, que viven en Loire Atlantique, me sugirieron que me uniera a ellos durante las vacaciones. Al recordar que ya había tomado el tren para un viaje corto, pensé, ¿por qué no? Luego miré para ver si existía un tren directo para evitar conexiones, porque es demasiado complicado en una silla de ruedas.
ORGANIZACIÓN
De hecho, después de algunas investigaciones, había un tren directo a mi destino. Fue entonces cuando me lancé a la organización de mi viaje. En 3 semanas todo estuvo listo, personal de atención, servicio de soporte de la empresa de trenes, equipamiento adaptado al lugar de vacaciones etc. El gran día mi hermana me acompañó a la estación a recoger mi auto para que no se quede en el estacionamiento durante mi estadía. La gente del servicio del tren me atendió nada más llegar a la estación. Varios viajeros me ayudaron con mis traslados y se quedaron para hacer el viaje más agradable. Una vez allí, mis padres vinieron a recibirme y nos fuimos a nuestro lugar de vacaciones durante las próximas 3 semanas.
I’M_POSSIBLE
Me instalé y estaba muy feliz. Pude visitar la ciudad por mi cuenta y todo lo que tenía planeado gracias al servicio puerta a puerta. Me tomé un tiempo para mí, me di un tiempo de "belleza". Pasé unas vacaciones maravillosas sin las preocupaciones de la vida cotidiana. Orgulloso de mí mismo, ¡espero poder empezar de nuevo!
©Illustrations Élodie Tchibanda