Thibaut Jamin, voluntario de primera línea
Cuando ocurre un desastre, algunos sienten tristeza, incomprensión o empatía. Para otros, es una mezcla burbujeante de emociones que desencadena una voluntad de actuar. ¿Pero por dónde empezar? Impotentes por su falta de experiencia, muchos se sienten inútiles ante su incapacidad para rescatar a las víctimas.
Fue precisamente este sentimiento el que Thibaut Jamin experimentó durante los atentados de 2015 en París y lo que lo impulsó a unirse a la Cruz Roja Francesa: "Me sentí particularmente conmovido, debido a mi trabajo, porque pasaban cosas en las salas de conciertos y yo en ese momento también era director de escena en las salas de conciertos. Fue el momento de cuestionarme un poco sobre lo que quería hacer más que mi trabajo y tal vez podría ayudar en ciertas áreas." (2’03) Para superar sus sentimientos de frustración y enojo, decide en este momento recibir capacitación en primeros auxilios.
Desde hace tres años, incendios tras accidentes, Thibaut Jamin acompaña a las tropas médicas con su bata roja y blanca, símbolo de la Cruz Roja Francesa. Este trabajador de primeros auxilios, que ayuda a los heridos, también es responsable de las misiones de rescate en la unidad local en el distrito 9 de París. Durante Covid-19, no dudó ni un segundo en seguir participando y ayudar. "El día que aprendí sobre la contención, inmediatamente quise hacer referencia a todo lo que pudiera hacer referencia, prepararme. Volví a lavar mi uniforme, estaba listo para irme enseguida, pero no es el reflejo correcto, no es así, hay que organizarlo (...) de lo contrario corremos el riesgo de crear un accidente adicional, es decir enviar voluntarios sin instrucciones suficientemente precisas, y potencialmente crear aún más víctimas." (6’24)
El fin de semana del 4 y 5 de abril, Thibaut Jamin participó en una operación bastante nueva. Llamada "Chardon 7", esta misión tenía como objetivo trasladar a las víctimas estables del Covid-19 en un tren médico desde París a Bretaña. "El principio es poner a los pacientes en cuidados intensivos en trenes y llevarlos a hospitales de Francia, que se ven menos afectados por Covid-19. Es una actividad que se había diseñado a raíz de los atentados de 2015 para evacuar a un gran número de víctimas en hospitales que tuvieran plazas disponibles […] Cuando sale el tren, mi función, como los demás rescatistas, era hacer el nexo entre el planta baja que se había convertido en un hospital de reanimación integral con médicos, equipos de reanimación (...) y luego las plantas de tren que eran áreas de estar con farmacias completas como en un hospital, con puntos logísticos, reservas de oxígeno, baterías de respaldo." (8’20)
Hoy en día, hay cerca de 9.000 trabajadores de primeros auxilios de la Cruz Roja Francesa que comparten esta misma vocación y acuden a diario en ayuda de las personas afectadas por desastres.
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